Estoy indignado.. jajaja, más bien me ha hecho gracia un insulto hacia mi recién estrenado y flamante blog :p, en fin hay gente para todos los gustos. Dicho esto, y quedándome más fino que la seda y que el lino (que por cierto se arruga con sólo tocarlo), empiezo mi entrada de hoy.
La verdad es que hay momentos en los que arrancaría de cuajo la tontería que muchas veces tenemos ahí dentro y aparece en forma de palabras habladas. Estupidez o no, es una realidad. La mentira, como muchos ya saben, sería otra.
Gran película la que acompaño en la imagen, "hay que verla"! (de ahí el post).
Pasan los días y de repente te das cuenta de que han pasado 27 años. Niño, adulto, hombre... podría decir que me siento un niño, pero no sería verdad. A veces tengo la tentación de dejarme llevar por la inconsciencia, por suerte pienso (luego existo) y reflexiono, y me doy cuenta de que la vida (momento filosófico) ya no está para rollos. Entonces, adulto o no, la brisa marina me hace recapacitar en la decadencia de la existencia sin sustancia, es decir, en el carpe diem.
Un resumen claro sería vivir los momentos nostálgicos, los íntimos, los tristes, los felices, los amargos, los ácidos... y todos esos adjetivos, nombres y adverbios que nos hemos inventado para darle un sentido al sarcasmo retroalimentado por éstos.
Bueno, el resumen no ha sido muy claro ;)
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