sábado, 22 de enero de 2011

FLORES CON SABOR A LETRAS

Cerré la puerta y no la volví a abrir. Delante de tus narices, porque tienes dos, ni una ni tres, ni cuatro ni cinco... dos...

Qué fácil que es cuando hablas tú, y qué complicado cuando lo hago yo. Será que sueño en poemas de flores marchitas, se pudren. Ese olor a caos, ese cielo negro en esta noche sin estrellas ni luna. A dos pasos de mí estás tú, con la puerta separando y desgarrando mi corazón, que como ya te dije era frágil, como ya te dije...

A solas en este infinito, ganando dinero, gastando mi aliento, gritando al espejo.

Después de ducharme, canciones alegres que me hacen olvidar la vida. Un día más, tras el telón, disfrazado de humano, con la mano alzando besos.

¿Complicado? No, simplemente triste.