
Interpreté esos gestos, esa cara de asco y esa furia contenida como cualquier persona. Ahí, enmedio de todo estaba yo, creyendo en la vida, sin miedo a la muerte. Comprando, vendiendo, robando... y qué más da. Políticos, antisistema, animales, escoria, ruines, cobardes, humanos.
Mi mente se derrumba y escucho canciones para evadirme, como todos, de lo real. Realmente ni siquiera existe lo que ansío, sería hormiga para ser insignificante, o tal vez pájaro para volar hacia el atardecer.
Verano que llegas de nuevo, como cada año, repitiendo lo mismo de siempre. Calor que odiaré en julio y agosto, y querré en diciembre y enero. Hoy aniversario triste que me quita el sueño, el único capaz de convertir los segundos en años.
Y como cada día, mis vecinos suben y bajan en el ascensor, miles de veces al día... será un picadero? o tal vez soy yo el que se aburre y se queda aquí plasmado enfrente de la pantalla, consumiendo un tiempo límite que no soy capaz de organizar? No sé.
Será verdad que el dinero no da la felicidad y tenga que ir a la India o a Marte, aunque para eso necesito... dinero... vaya he entrado en un bucle infinito, como siempre, y no sé salir de él.